La intervención inmediata ante la sospecha o la constatación de signos de alerta y alarma de una posible adicción a las Nuevas Tecnologías será clave en la evitación de complicaciones más graves. El abordaje psicológico es fundamental y estará encaminado al reaprendizaje del control de la conducta.

“En la adicción a Internet o las redes sociales la meta de la abstinencia resulta implanteable. Se trata de conductas descontroladas, pero que resultan necesarias en la vida cotidiana”.

La intervención psicoterapéutica se dirigirá a:

  • Aprendizaje de respuestas de afrontamiento adecuadas ante las situaciones de riesgo.
  • Exposición gradual y controlada a los estímulos de riesgo.
  • Prevención de recaídas.
  • La existencia de comorbilidades físicas y psiquiátricas obligará a realizar intervenciones específicas en función de las patologías comórbidas con objeto de abordar el problema en su globalidad y resolver todos los factores implicados en el inicio, evolución y resolución de la adicción.