La adicción a los videojuegos está considerada por la Organización Mundial de la Salud, a partir de ahora, como una enfermedad mental.

Según la OMS, este trastorno está vinculado a la insuficiencia de actividad física, una dieta poco saludable, falta de sueño, comportamiento agresivo, y depresión, entre otras cosas. Conducta persistente y recurrente en el uso de Internet para jugar, frecuentemente con otros jugadores, que conlleva malestar o deterioro clínicamente significativo, indicado por cinco o más de las siguientes condiciones en un período de 12 meses:

  1. Preocupación con el juego a través de Internet.
  2. Síntomas de abstinencia cuando se impide el acceso a Internet para jugar.
  3. Tolerancia (necesidad de más tiempo de juego cada vez).
  4. Intentos infructuosos de controlar el uso de Internet para jugar.
  5. Pérdida de interés en otras actividades académicas, laborales, sociales o lúdicas.
  6. Se continúa jugando en exceso a pesar de conocer los problemas psicosociales que ocasiona el juego a través de Internet.
  7. Engañar a familiares, amigos u otros con respecto a la cantidad de tiempo en Internet para jugar.