Qué es?
La esquizofrenia es una enfermedad mental grave que, a veces, puede ser incapacitante. Afecta directamente a funciones tales como el pensamiento, la percepción, las emociones y la conducta.
La tiene alrededor del 1% de la población y, si es diagnosticada a tiempo y tratada, se puede vivir con ella y hacer una vida relativamente normal.
Esta patología suele debutar en la adolescencia, más concretamente entre los 15 y los 25 años; pero también es cierto que se están detectando trastornos y alteraciones psicóticas también en la infancia.
Causas
Entre las causas de la esquizofrenia se encuentran los factores genéticos, si hay antecedentes de padre o madre con esquizofrenia hay más posibilidades de padecerla.
Estas posibilidades de padecerla se acentúan con otros estímulos ambientales tales como problemas de familiares o el consumo de drogas. “El cannabis multiplica hasta por 4 la posibilidad de padecer esquizofrenia”, explica la psicóloga Isabel Menéndez Benavente.
Síntomas
Entre los síntomas de la esquizofrenia se distinguen dos tipos, los positivos y los negativos. En todos ellos el factor común es que el enfermo de esquizofrenia no se conecta con la realidad.
Síntomas positivos
Son los síntomas de la esquizofrenia más frecuentes:
- Distorsión total de la realidad.
- Alucinaciones visuales y auditivas, por ejemplo, es frecuente que piensen la que la televisión les habla, también tienen premoniciones…
- Ideas delirantes paranoicas, suelen pensar que todo el mundo les persigue o les espía… o incluso pueden pensar que alguien les quiere matar.
Síntomas negativos
El factor común de los síntomas negativos es que el enfermo se queda completamente apático, lo que se conoce como quedarse en estado catatónico. El esquizofrénico queda aplanado afectivamente, no tiene ningún tipo de reacción y puede quedar paralizo incluso horas.
Diagnóstico
El diagnóstico precoz de la esquizofrenia es muy importante para ofrecer al paciente, lo antes posible, el tratamiento adecuado.
Para diagnosticar esquizofrenia lo principal es la observación de signos y síntomas, estos se pueden medir para conocer su intensidad a través de cuestionarios y escalas. Lo habitual es que el diagnostico se haga a través de de la realización de entrevistas clínicas entre el psiquiatra y el paciente y, también, entre el psiquiatra y la familia y el entorno cercano al paciente.
Tratamiento
La enfermedad de la esquizofrenia se trata actualmente con medicamentos antipsicóticos; es muy importante que el paciente siga el tratamiento para así conseguir reducir los síntomas de la enfermedad.
Estos enfermos también puede recibir tratamiento psicológico, en forma de sesiones de psicoterpia o actividades psicosociales, con el objetivo de que entiendan mejor su enfermedad y así consigan sobrellevarla y convivir integrados en la sociedad.
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